Boletín Agrometeorológico - Vista previa - Los Rios - Publicación de Mayo 2019
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BOLETÍN NACIONAL DE ANÁLISIS DE RIESGOS AGROCLIMÁTICOS PARA LAS PRINCIPALES ESPECIES FRUTALES Y CULTIVOS, Y LA GANADERÍA

MAYO 2019

REGIÓN LOS RIOS



Autores INIA:
Rodrigo Bravo Herrera, Dr. en Ciencias Agrarias, Remehue
Aldo Valdebenito Burgos, Ingeniero de Ejecución Agrícola, Remehue
Cristian Moscoso Jara, Ingeniero Agrónomo, Ms. Sc., Remehue
Patricio Mejías Barrera, Ingeniero Agrónomo, PhD., Remehue
Sigrid Vargas Schuldes, Ingeniera Agrónomo, Remehue
Manuel Muñoz, Ingeniero Agrónomo, Remehue

Cristobal Campos, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu
Marcel Fuentes Bustamante, Ingeniero Civil Agrícola MSc., Quilamapu
Rubén Ruiz, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu

Coordinador INIA:
Jaime Salvo, Ing. Agrónomo Ph.D, La Cruz

Introducción

De acuerdo con ODEPA, la Región de los Ríos es predominantemente forestal, forrajera y cerealera, con el 96,0% de la superficie comprometida en ellos. Por otro lado, a nivel nacional cabe destacar, además de los rubros ya mencionados, la participación de la región en la producción de huertos caseros. Destacan 25.600 ha de mezclas forrajeras, 17.300 ha de ballica inglesa, 11.000 ha de trigo harinero y 1.400 ha de arándano americano, la región es relativamente importante en la masa de ganado de bovinos y en la de jabalíes en relación al total del país, explicando el 12,2% y 16,6%.

La XIV Región de Los Ríos presenta dos climas diferentes: 1 Clima mediterráneo de verano cálido (Csb) en Quechupulli, San José de la Mariquina, Antilhue, Cuyan y Chincun, y el predomina es el clima oceánico (Cfb) en Puerto Santa Regina, Carriringue, Liquiñe, Puerto Fuy y Neltume.

Este boletín agroclimático regional, basado en la información aportada por www.agromet.cl y agromet.inia.cl, así como información auxiliar de diversas fuentes, entrega un análisis del comportamiento de las principales variables climáticas que inciden en la producción agropecuaria y efectúa un diagnóstico sobre sus efectos, particularmente cuando estos parámetros exhiban comportamientos anómalos que pueden afectar la cantidad o la calidad de la producción.

Resumen Ejecutivo

En la Región de Los Ríos y hasta el mes de abril, el déficit de agua caída supera el 60 % en casi todas las estaciones meteorológicas. Este déficit había sido previsto por el pronóstico estacional elaborado por la Dirección Meteorológica de Chile, y para el periodo abril-mayo-junio se espera que siga dentro de las categorías normales o bajo lo normal, lo que tendrá como consecuencia que el déficit seguirá ampliándose. 

La situación climática de otoño ha sido desfavorable para el crecimiento de la pradera de secano, con una alta concentración de precipitaciones en un corto periodo de tiempo. Las rotaciones en la pradera se podrían alargar a más de 45 días y hacia el invierno cerca de 50 - 60 días; por lo tanto, los animales más productivos requerirán de otros suplementos alimenticios. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 - 6 cm, con 1.500 a 1.600 kg MS/ha) durante el otoño para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Tanto la ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, podrían ser pastoreadas a los 40 a 60 días de su establecimiento, siempre que el clima lo permita y hayan sido establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Los residuos post-pastoreo pueden estar entre 5 – 6 cm, con 1.400 a 1.600 kg MS/ha. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles si fueron sembrados) debieran formar parte de la ración de las vacas para los próximos meses de invierno.

Respecto a las hortalizas, durante el mes de mayo al aire libre estamos en cosecha de cultivos como zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas.  En los cultivos ya finalizados tanto en invernadero como aire libre, levantar los rastrojos para su reciclaje o triturarlos e incorporarlos al suelo como aporte de materia orgánica o hacer compost con ellos. Es apropiado iniciar preparación de suelo, encalados y controles de malezas en terrenos donde en el otoño se establecerán habas, betarragas, espinaca, alcachofa, etc.

Tambien es época de establecimiento del cultivo de ajo chilote y chileno como también chalotas. Es importante la preparación del suelo considerando la rotación, el control de plagas y malezas. Recordar que los cultivos de la familia de las Alliaceas son muy malos competidores de malezas ya que son  poco eficientes en la absorción de agua y por ende de nutrientes. No resulta conveniente establecer estos cultivos en suelos livianos como tampoco muy arcillosos con problemas de drenaje.  El calibre y sanidad de la semilla (Diente) es relevante en el rendimiento final del cultivo.

Es momento en invernadero de iniciar almácigos principalmente de lechuga para plantar durante el otoño junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.

Por otra parte, el monitoreo realizado con indices vegetacionales estimados de imagenes satelitales, señalan que la cubierta vegetal en el valle central de la región ha resentido la menor cantidad de agua caída, de tal forma que el vigor es ligeramente menor al normal para la época. Es especialmente notorio en zonas como Rio Bueno, Paillaco, Lanco y Panguipulli, debido a que la estación seca se ha prolongado respecto a un año normal, lo que ha reducido la tasa normal de crecimiento de las praderas.

Componente Meteorológico

Región de Los Ríos

En la región de Los Ríos las precipitaciones que registraron las estaciones meteorológicas durante el mes de abril presentaron un importante déficit, es así como en Las Lomas (Máfil) el registro de lluvia fue de 46,3 mm siendo el promedio normal de 127,0 mm, en Santa Carla (Panguipulli) se registró 52,9 mm con un promedio normal de 136,0 mm, en Lago Verde (Paillaco) el registro fue de 50,0 mm de un normal de 126,0 mm, en Rucatayo (Río Bueno) se registró 55,1 mm de un normal de 150,0 mm, en El Cardal (Río Bueno) el registro fue de 32,2 mm de un normal de 103,0 mm y en Palermo (La Unión) se registró 19,0 mm de un normal de 108,0 mm.

Los niveles de déficit meteorológico durante el mes de abril en Las Lomas fue de 63,5 %, en Santa Carla fue de 61,1 %, en Lago Verde fue de 60,3 %, en Rucatayo fue de 63,3 %, en El Cardal fue de 68,7 % y de un 82,4 % en Palermo.

Las temperaturas medias registradas en el mes de abril presentaron valores bajo lo normal en un rango de fluctuación de -0,2 °C en Las Lomas y de -0,8 °C en Rucatayo, solo en la localidad de Palermo se registró un valor sobre lo normal de 0,3 °C. En cuanto a las temperaturas mínimas en general presentó valores sobre lo normal en un rango de 0,4 °C en Las Lomas y de 1,6 °C en Lago Verde, solo la localidad de El Cardal registró un valor bajo lo normal de -0,4 °C.

Estación Las Lomas

Estación Santa Carla

Estación Lago Verde

Estación Rucatayo

Estación El Cardal

Estación Palermo

 

Componente Hidrológico
Análisis de Posibles Riesgos Agroclimáticos en los Principales Rubros Agrícolas

Precordillera > Ganadería

Vacas lactantes

Debido a las bajas tasas de crecimiento de la pradera en los últimos meses, se debiera incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como coles, raps, o ballica anual-avena; es necesario considerar eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg MS/vaca/día). Hay que recurrir a los forrajes conservados para la ración, teniendo la preferencia los ensilajes de buena calidad para las vacas en su primer tercio de la lactancia (temporada de partos de otoño) que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25 - 30%). Es conveniente hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para facilitar el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con alimentos concentrados para vacas con mayores producciones de leche, ocupar concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. En general, según la composición nutricional de los rebrotes, los concentrados debieran tener valores medios a bajos en proteína (14 - 12% PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). Las vacas de parto primaveral aún pueden tener buenas producciones de leche (15 y 20 L/día) con adecuada condición corporal 3,5 (escala 1 a 5), deberían ser suplementadas con 1 Kg por cada 2,5 L de leche por sobre esos niveles de producción siempre que cuenten con ofertas de pradera + cultivo forrajero de entre 20 a 25 Kg MS/vaca/día, y buenas disponibilidades en pastoreo (2.000 - 2.400 Kg MS/ha). Al no tener esa realidad (menores disponibilidades), es conveniente ajustar la ración alimenticia con otros alimentos suplementarios. En relación al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya cubiertas, se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir su futuro. En los rebaños con parto bi-estacional se está en plena estación de partos de otoño; estar atento al manejo alimenticio inicial de transición para no correr riesgos de enfermedades metabólicas (condición corporal 3,5) y ofrecer los mejores forrajes frescos y conservados a esas vacas suplementando con concentrados según necesidad de balance de la ración y nivel productivo de las vacas.

 

Vacas no lactantes (secas)

Con los sistemas de parición bi-estacional (primavera y otoño) y permanente, hay un número decreciente de animales secos ya que los partos de otoño se están sucediendo desde marzo. Cuidar que las vacas se encuentren en buena condición corporal desde el secado (3,5); pueden ser suplementadas en un sector exclusivo para ellas, con forrajes (heno de gramíneas /paja) a voluntad y algo de ensilaje; no se recomienda el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), tienen que tener un cambio gradual de la ración alimenticia que les permite ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia. Hay que considerar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son esenciales de suplementar en esta fase previa al parto. Una vez que pare la vaca se debe ajustar la ración progresivamente al que reciben las lecheras.


Vaquillas de reemplazo

Independiente de la época de nacimientos, las hembras de reemplazo debieran tener un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según la genética (tipo animal). Las vaquillas cubiertas en la temporada (entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Las vaquillas nacidas en el otoño anterior prepararlas para la temporada de cubiertas de otoño-invierno que se inicia hacia fines de mayo. Las vaquillas cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño, se encuentran en plena parición o con preñes a término. Si tienen una condición corporal adecuada (3,5), en los últimos meses de gestación pueden pastorear praderas hasta su octavo mes de gestación y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2 – 3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.

 

Terneros(as)

Al tener un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde fines de febrero en adelante (partos de “otoño”). En los sistemas permanentes, tienen a veces más nacimientos en esta época, en la medida que concentren la parición de las vaquillas de reemplazo. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante y por ello la crianza se lleva a cabo en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de 9-10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento y dependiendo de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.


Precordillera > Praderas

El mes de abril se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores, principalmente por las bajas precipitaciones acumuladas. Las precipitaciones fueron de 52,9 mm en Panguipulli, inferior al promedio histórico (136 mm). Se presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, principalmente en la precordillera de la costa, aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado. Predios bajo riego presentaron una mayor producción de praderas respecto a praderas de secano.

La situación climática de otoño ha sido desfavorable para el crecimiento de la pradera de secano. Las rotaciones en la pradera se podrían alargar a más de 45 días y hacia el invierno cerca de 50 - 60 días; por lo tanto, los animales más productivos requerirán de otros suplementos alimenticios. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 - 6 cm, con 1.500 a 1.600 kg MS/ha) durante el otoño para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Tanto la ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, podrían ser pastoreadas a los 40 a 60 días de su establecimiento, siempre que el clima lo permita y hayan sido establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Los residuos post-pastoreo pueden estar entre 5 – 6 cm, con 1.400 a 1.600 kg MS/ha. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los próximos meses de invierno. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. Realizar muestreo de praderas para detectar presencia de cuncunilla negra. En el caso del cultivo de alfalfa, puede utilizarse su último rebrote en forma directa para luego entrar en latencia invernal. El cultivo de maíz para ensilaje ya debiera haberse cosechado; el silo puede abrirse después de 40 días, y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% MS) y de energía (3 Mcal EM/kg MS) además de su elevado rendimiento (>20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.

La situación climática actual y dado el estado actual de la praderas, indíca que se podría esperar una baja recuperación post-pastoreo en el corto plazo y una disminución en la tasa de crecimiento de la pradera. Para los meses de mayo, junio y julio la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica temperaturas mínimas y máximas sobre lo normal y precipitaciones bajo lo normal.


Secano Costero > Hortalizas

En la región de Los Ríos las precipitaciones han tenido un importante déficit en el último mes (60,3 – 82,4%). Las temperaturas medias han sido en general levemente por debajo de lo normal. Las temperaturas medias han sido en general levemente superiores a lo normal con excepción de La Unión levemente por debajo de lo normal. En cuanto a las temperaturas mínimas en general levemente sobre lo normal con excepción de Rio bueno levemente por debajo de lo normal. Estas condiciones obligan a considerar la implementación de sistemas de riego que aseguren el correcto aporte del recurso hídrico especialmente dentro de invernaderos. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas  permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas.

Durante el mes de mayo al aire libre estamos en cosecha de cultivos como zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas.  

En los cultivos ya finalizados tanto en invernadero como aire libre, levantar los rastrojos para su reciclaje o triturarlos e incorporarlos al suelo como aporte de materia orgánica o hacer compost con ellos. Es apropiado iniciar preparación de suelo, encalados y controles de malezas en terrenos donde en el otoño se establecerán habas, betarragas, espinaca, alcachofa, etc.

Estamos en época particularmente de establecimiento del cultivo de ajo chilote y chileno como también chalotas. Es importante la preparación del suelo considerando la rotación, el control de plagas y malezas. Recordar que los cultivos de la familia de las Alliaceas son muy malos competidores de malezas ya que son  poco eficientes en la absorción de agua y por ende de nutrientes. No resulta conveniente establecer estos cultivos en suelos livianos como tampoco muy arcillosos con problemas de drenaje.  El calibre y sanidad de la semilla (Diente) es relevante en el rendimiento final del cultivo.

Es momento en invernadero de iniciar almácigos principalmente de lechuga para plantar durante el otoño junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.

Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas  en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. El uso de compost y té de compost tiene también un efecto supresor de enfermedades en el suelo y follaje.   Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y  retención de humedad en el suelo.

A partir de mayo la radiación solar  disminuye en forma importante por razones estacionales, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico.  Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y de polvo u hojas en la parte externa.  Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos.

Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua sobre el follaje, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.


Secano Interior > Ganadería

Vacas lactantes

Debido a las bajas tasas de crecimiento de la pradera en los últimos meses, se debiera incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como coles, raps, o ballica anual-avena; es necesario considerar eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg MS/vaca/día). Hay que recurrir a los forrajes conservados para la ración, teniendo la preferencia los ensilajes de buena calidad para las vacas en su primer tercio de la lactancia (temporada de partos de otoño) que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25 - 30%). Es conveniente hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para facilitar el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con alimentos concentrados para vacas con mayores producciones de leche, ocupar concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. En general, según la composición nutricional de los rebrotes, los concentrados debieran tener valores medios a bajos en proteína (14 - 12% PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). Las vacas de parto primaveral aún pueden tener buenas producciones de leche (15 y 20 L/día) con adecuada condición corporal 3,5 (escala 1 a 5), deberían ser suplementadas con 1 Kg por cada 2,5 L de leche por sobre esos niveles de producción siempre que cuenten con ofertas de pradera + cultivo forrajero de entre 20 a 25 Kg MS/vaca/día, y buenas disponibilidades en pastoreo (2.000 - 2.400 Kg MS/ha). Al no tener esa realidad (menores disponibilidades), es conveniente ajustar la ración alimenticia con otros alimentos suplementarios. En relación al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya cubiertas, se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir su futuro. En los rebaños con parto bi-estacional se está en plena estación de partos de otoño; estar atento al manejo alimenticio inicial de transición para no correr riesgos de enfermedades metabólicas (condición corporal 3,5) y ofrecer los mejores forrajes frescos y conservados a esas vacas suplementando con concentrados según necesidad de balance de la ración y nivel productivo de las vacas.

 

Vacas no lactantes (secas)

Con los sistemas de parición bi-estacional (primavera y otoño) y permanente, hay un número decreciente de animales secos ya que los partos de otoño se están sucediendo desde marzo. Cuidar que las vacas se encuentren en buena condición corporal desde el secado (3,5); pueden ser suplementadas en un sector exclusivo para ellas, con forrajes (heno de gramíneas /paja) a voluntad y algo de ensilaje; no se recomienda el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), tienen que tener un cambio gradual de la ración alimenticia que les permite ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia. Hay que considerar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son esenciales de suplementar en esta fase previa al parto. Una vez que pare la vaca se debe ajustar la ración progresivamente al que reciben las lecheras.


Vaquillas de reemplazo

Independiente de la época de nacimientos, las hembras de reemplazo debieran tener un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según la genética (tipo animal). Las vaquillas cubiertas en la temporada (entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Las vaquillas nacidas en el otoño anterior prepararlas para la temporada de cubiertas de otoño-invierno que se inicia hacia fines de mayo. Las vaquillas cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño, se encuentran en plena parición o con preñes a término. Si tienen una condición corporal adecuada (3,5), en los últimos meses de gestación pueden pastorear praderas hasta su octavo mes de gestación y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2 – 3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.

 

Terneros(as)

Al tener un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde fines de febrero en adelante (partos de “otoño”). En los sistemas permanentes, tienen a veces más nacimientos en esta época, en la medida que concentren la parición de las vaquillas de reemplazo. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante y por ello la crianza se lleva a cabo en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de 9-10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento y dependiendo de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.


Secano Interior > Praderas

El mes de abril se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores, principalmente por las bajas precipitaciones acumuladas. Las precipitaciones fueron de 46,3 mm en Máfil y 19,0 mm en La Unión, inferior al promedio histórico (127 y 108 mm respectivamente). Se presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, principalmente en la precordillera de la costa, aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado. Predios bajo riego presentaron una mayor producción de praderas respecto a praderas de secano.

La situación climática de otoño ha sido desfavorable para el crecimiento de la pradera de secano. Las rotaciones en la pradera se podrían alargar a más de 45 días y hacia el invierno cerca de 50 - 60 días; por lo tanto, los animales más productivos requerirán de otros suplementos alimenticios. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 - 6 cm, con 1.500 a 1.600 kg MS/ha) durante el otoño para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Tanto la ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, podrían ser pastoreadas a los 40 a 60 días de su establecimiento, siempre que el clima lo permita y hayan sido establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Los residuos post-pastoreo pueden estar entre 5 – 6 cm, con 1.400 a 1.600 kg MS/ha. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los próximos meses de invierno. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. Realizar muestreo de praderas para detectar presencia de cuncunilla negra. En el caso del cultivo de alfalfa, puede utilizarse su último rebrote en forma directa para luego entrar en latencia invernal. El cultivo de maíz para ensilaje ya debiera haberse cosechado; el silo puede abrirse después de 40 días, y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% MS) y de energía (3 Mcal EM/kg MS) además de su elevado rendimiento (>20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.

La situación climática actual y dado el estado actual de la praderas, indíca que se podría esperar una baja recuperación post-pastoreo en el corto plazo y una disminución en la tasa de crecimiento de la pradera. Para los meses de mayo, junio y julio la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica temperaturas mínimas y máximas sobre lo normal y precipitaciones bajo lo normal.


Valle Secano > Hortalizas

En la región de Los Ríos las precipitaciones han tenido un importante déficit en el último mes (60,3 – 82,4%). Las temperaturas medias han sido en general levemente por debajo de lo normal. Las temperaturas medias han sido en general levemente superiores a lo normal con excepción de La Unión levemente por debajo de lo normal. En cuanto a las temperaturas mínimas en general levemente sobre lo normal con excepción de Rio bueno levemente por debajo de lo normal. Estas condiciones obligan a considerar la implementación de sistemas de riego que aseguren el correcto aporte del recurso hídrico especialmente dentro de invernaderos. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas  permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas.

Durante el mes de mayo al aire libre estamos en cosecha de cultivos como zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas.  

En los cultivos ya finalizados tanto en invernadero como aire libre, levantar los rastrojos para su reciclaje o triturarlos e incorporarlos al suelo como aporte de materia orgánica o hacer compost con ellos. Es apropiado iniciar preparación de suelo, encalados y controles de malezas en terrenos donde en el otoño se establecerán habas, betarragas, espinaca, alcachofa, etc.

Estamos en época particularmente de establecimiento del cultivo de ajo chilote y chileno como también chalotas. Es importante la preparación del suelo considerando la rotación, el control de plagas y malezas. Recordar que los cultivos de la familia de las Alliaceas son muy malos competidores de malezas ya que son  poco eficientes en la absorción de agua y por ende de nutrientes. No resulta conveniente establecer estos cultivos en suelos livianos como tampoco muy arcillosos con problemas de drenaje.  El calibre y sanidad de la semilla (Diente) es relevante en el rendimiento final del cultivo.

Es momento en invernadero de iniciar almácigos principalmente de lechuga para plantar durante el otoño junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.

Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas  en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. El uso de compost y té de compost tiene también un efecto supresor de enfermedades en el suelo y follaje.   Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y  retención de humedad en el suelo.

A partir de mayo la radiación solar  disminuye en forma importante por razones estacionales, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico.  Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y de polvo u hojas en la parte externa.  Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos.

Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua sobre el follaje, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.


Valle Secano > Ganadería

Vacas lactantes

Debido a las bajas tasas de crecimiento de la pradera en los últimos meses, se debiera incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como coles, raps, o ballica anual-avena; es necesario considerar eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg MS/vaca/día). Hay que recurrir a los forrajes conservados para la ración, teniendo la preferencia los ensilajes de buena calidad para las vacas en su primer tercio de la lactancia (temporada de partos de otoño) que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25 - 30%). Es conveniente hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para facilitar el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con alimentos concentrados para vacas con mayores producciones de leche, ocupar concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. En general, según la composición nutricional de los rebrotes, los concentrados debieran tener valores medios a bajos en proteína (14 - 12% PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). Las vacas de parto primaveral aún pueden tener buenas producciones de leche (15 y 20 L/día) con adecuada condición corporal 3,5 (escala 1 a 5), deberían ser suplementadas con 1 Kg por cada 2,5 L de leche por sobre esos niveles de producción siempre que cuenten con ofertas de pradera + cultivo forrajero de entre 20 a 25 Kg MS/vaca/día, y buenas disponibilidades en pastoreo (2.000 - 2.400 Kg MS/ha). Al no tener esa realidad (menores disponibilidades), es conveniente ajustar la ración alimenticia con otros alimentos suplementarios. En relación al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya cubiertas, se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir su futuro. En los rebaños con parto bi-estacional se está en plena estación de partos de otoño; estar atento al manejo alimenticio inicial de transición para no correr riesgos de enfermedades metabólicas (condición corporal 3,5) y ofrecer los mejores forrajes frescos y conservados a esas vacas suplementando con concentrados según necesidad de balance de la ración y nivel productivo de las vacas.

 

Vacas no lactantes (secas)

Con los sistemas de parición bi-estacional (primavera y otoño) y permanente, hay un número decreciente de animales secos ya que los partos de otoño se están sucediendo desde marzo. Cuidar que las vacas se encuentren en buena condición corporal desde el secado (3,5); pueden ser suplementadas en un sector exclusivo para ellas, con forrajes (heno de gramíneas /paja) a voluntad y algo de ensilaje; no se recomienda el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), tienen que tener un cambio gradual de la ración alimenticia que les permite ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia. Hay que considerar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son esenciales de suplementar en esta fase previa al parto. Una vez que pare la vaca se debe ajustar la ración progresivamente al que reciben las lecheras.


Vaquillas de reemplazo

Independiente de la época de nacimientos, las hembras de reemplazo debieran tener un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según la genética (tipo animal). Las vaquillas cubiertas en la temporada (entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Las vaquillas nacidas en el otoño anterior prepararlas para la temporada de cubiertas de otoño-invierno que se inicia hacia fines de mayo. Las vaquillas cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño, se encuentran en plena parición o con preñes a término. Si tienen una condición corporal adecuada (3,5), en los últimos meses de gestación pueden pastorear praderas hasta su octavo mes de gestación y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2 – 3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.

 

Terneros(as)

Al tener un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde fines de febrero en adelante (partos de “otoño”). En los sistemas permanentes, tienen a veces más nacimientos en esta época, en la medida que concentren la parición de las vaquillas de reemplazo. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante y por ello la crianza se lleva a cabo en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de 9-10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento y dependiendo de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.


Valle Secano > Praderas

El mes de abril se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores, principalmente por las bajas precipitaciones acumuladas. Las precipitaciones fueron de 46,3 mm en Máfil y 19,0 mm en La Unión, inferior al promedio histórico (127 y 108 mm respetivamente). Se presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, principalmente en la precordillera de la costa, aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado. Predios bajo riego presentaron una mayor producción de praderas respecto a praderas de secano.

La situación climática de otoño ha sido desfavorable para el crecimiento de la pradera de secano. Las rotaciones en la pradera se podrían alargar a más de 45 días y hacia el invierno cerca de 50 - 60 días; por lo tanto, los animales más productivos requerirán de otros suplementos alimenticios. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 - 6 cm, con 1.500 a 1.600 kg MS/ha) durante el otoño para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Tanto la ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, podrían ser pastoreadas a los 40 a 60 días de su establecimiento, siempre que el clima lo permita y hayan sido establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Los residuos post-pastoreo pueden estar entre 5 – 6 cm, con 1.400 a 1.600 kg MS/ha. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los próximos meses de invierno. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. Realizar muestreo de praderas para detectar presencia de cuncunilla negra. En el caso del cultivo de alfalfa, puede utilizarse su último rebrote en forma directa para luego entrar en latencia invernal. El cultivo de maíz para ensilaje ya debiera haberse cosechado; el silo puede abrirse después de 40 días, y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% MS) y de energía (3 Mcal EM/kg MS) además de su elevado rendimiento (>20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.

La situación climática actual y dado el estado actual de la praderas, indíca que se podría esperar una baja recuperación post-pastoreo en el corto plazo y una disminución en la tasa de crecimiento de la pradera. Para los meses de mayo, junio y julio la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica temperaturas mínimas y máximas sobre lo normal y precipitaciones bajo lo normal.


Valle Secano > Frutales

El déficit de precipitaciones ha favorecido el normal desarrollo de las labores correspondientes al mes de marzo para todos los frutales cultivados en la zona. La mayoría de las especies frutales se encuentra ya cosechada y preparándose para el receso invernal, excepto los avellanos europeos y las vides viníferas.

La cosecha de avellanas europeas se ha llevado a cabo con normalidad, muy favorecida por la ausencia de precipitaciones, lo cual ha ayudado a cosechar fruta con menores niveles de humedad, reduciendo los costos de secado para los productores. A su vez, el terreno con baja humedad ha facilitado el paso de las barredoras y cosechadoras, permitiendo la mecanización de la cosecha sin mayores contratiempos.

Las vides viníferas han postergado su cosecha a la espera de la madurez comercial óptima, ya sea para producir espumante o vino. Las condiciones de la temporada no han sido favorables en algunos sectores, por lo que las vides se han visto afectadas por ataques de oídio y mildiú, lo cual ha mermado la producción de algunos viñedos. Se recomienda realizar un control curativo de estas enfermedades estando muy atento a los periodos de carencia, ya que cualquier residuo de fungicida en la uva afecta directamente a la fermentación, además de las trazas de pesticidas que se puedan encontrar en el vino previo a la embotellación.

Los cerezos comenzaron a desprenderse de sus hojas. Durante la postcosecha la mayoría de los huertos realizó la poda, con el fin de facilitar la entrada de luz a la canopia, removiendo a su vez ramas enfermas o dañadas que pueden entorpecer el desarrollo de los árboles en la siguiente temporada. Es importante recordar que con el comienzo de la caída de hojas comienza la acumulación de reservas para la brotación y floración del siguiente año. Por esto no se debe descuidar la nutrición de los árboles en este periodo, pues una parte importante de la siguiente temporada se juega en estos meses. Se recomienda en caso de huertos con una alta presión de cáncer bacterial realizar controles preventivos para reducir la carga de inóculo para la siguiente temporada.


Disponibilidad de Agua PDF

Para calcular la humedad aprovechable de un suelo, en términos de una altura de agua, se puede
utilizar la siguiente expresión:

Donde:

HA= Altura de agua (mm). (Un milímetro de altura corresponde a un litro de agua por metro cuadrado de terreno).

CC = Contenido de humedad del suelo, expresadoen base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 1/10 a 1/3 de bar. Indica el límita superior o máximo de agua útil para la planta que queda retenida en el suelo contra la fuerza de gravedad. Se conoce como Capacidad de Campo.

PMP = Contenido de humedad del suelo, expresado en porcentaje base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 10 y 15 bar. Indica el límite inferior o mínimo de agua útil para la planta. Se conoce como Punto de Marchitez Permanente.

Dap = Densidad aparente del suelo (g/cc).

DH₂0 = Densidad del agua. Se asume normalmente un valor de 1 g/cc.

P = Profundidad del suelo.

Obtención de la disponibilidad de agua en el suelo

La humedad de suelo se obtiene al realizar un balance de agua en el suelo, donde intervienen la evapotranspiración y la precipitación, información obtenida por medio de imágenes satelitales. El resultado de este balance es la humedad de agua disponible en el suelo, que en estos momento entregamos en valores de altura de agua, específicamente en cm, lo cual no es una información de fácil compresión, menos a escala regional, debido a que podemos encontrar suelos de poca profundidad que estén cercano a capacidad de campo y que tenga valores cercanos de altura de agua a suelos de mayor profundidad que estén cercano a punto de marchitez permanente. Es por esto que hemos decidido entregar esta información en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable. Lo que matemáticamente sería:

Donde:
DispAgua(%) = Disponibilidad de agua actual en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable.
Ht = Disponibilidad de agua en el período t.
HA = Altura de agua aprovechable.

Análisis Del Indice De Vegetación Normalizado (NDVI) PDF

Respecto de la respuesta fisiológica de las plantas al efecto del clima, las imágenes satelitales reflejan la magnitud del crecimiento o disminución de la cobertura vegetal en esta época del año mediante el índice de vegetación NDVI (Desviación Normalizada del Índice de Vegetación) .

Para esta quincena se observa un NDVI promedio regional de 0.72 mientras el año pasado había sido de 0.79. El valor promedio histórico para esta región, en este período del año es de 0.75.

El resumen regional en el contexto temporal se puede observar en el siguiente gráfico.

La situación por comunas se presenta en el siguiente gráfico, donde se presentan las comunas con índices más bajos.

Indice De Condición De La Vegetación (VCI) (En Evaluación) PDF

Para el monitoreo del estado de la vegetación en la Región de los Rios se utilizó el índice de condición de la vegetación, VCI (Kogan, 1990, 1995). Este índice se encuentra entre valores de 0% a 100%. Valores bajo 40% se asocian a una condición desfavorable en la vegetación, siendo 0% la peor condición histórica y 100% la mejor (tabla 1).

En términos globales la Región de los Rios presentó un valor mediano de VCI de 53% para el período comprendido desde el 23 de abril al 8 de mayo de 2019. A igual período del año pasado presentaba un VCI de 86% (Fig. 1). De acuerdo a la tabla 1 la región, en términos globales presenta una condición favorable.

Tabla 1. Clasificación de la condición de la vegetación de acuerdo a los valores del índice VCI.

Figura 1. Valores del índice VCI para el mismo período entre los años 2000 al 2019 para la Región de los Rios.

A continuación se presenta el mapa con los valores medianos de VCI en la Región de los Rios. De acuerdo al mapa de la figura 2 en la tabla 2 se resumen las condiciones de la vegetación comunales.

Tabla 2.Resumen de la condición de la vegetación comunal en la Región de los Rios de acuerdo al análisis del índice VCI.

La respuesta de la vegetación puede variar dependiendo del tipo de cobertura que exista sobre el suelo. Utilizando la clasificación de usos de suelo de la Universidad de Maryland proporcionada por la NASA se obtuvieron por separado los valores de VCI promedio regional según uso de suelo proporcionando los siguientes resultados.

Figura 2. Valores promedio de VCI en matorrales en la Región de los Rios.

Figura 3. Valores promedio de VCI en praderas en la Región de los Rios.

Figura 4. Valores promedio de VCI en terrenos de uso agrícola en la Región de los Rios.

Figura 5. Valores comunales promedio de VCI en la Región de los Rios de acuerdo a las clasificación de la tabla 1.

Las comunas que presentan los valores más bajos del índice VCI en la Región de los Rios corresponden a Mafil, Paillaco, La Union, Rio Bueno y Los Lagos con 26, 30, 32, 40 y 45% de VCI respectivamente.

Figura 3. Valores del índice VCI para las 5 comunas con valores más bajos del índice del 23 de abril al 8 de mayo de 2019.

Análisis Del Índice De Vegetación Ajustado al Suelo (SAVI) PDF