BOLETÍN NACIONAL DE ANÁLISIS DE RIESGOS AGROCLIMÁTICOS PARA LAS PRINCIPALES ESPECIES FRUTALES Y CULTIVOS, Y LA GANADERÍA
JUNIO 2019
REGIÓN LOS LAGOS
Autores INIA:
Rodrigo Bravo Herrera, Dr. en Ciencias Agrarias, Remehue
Aldo Valdebenito Burgos, Ingeniero de Ejecución Agrícola, Remehue
Cristian Moscoso Jara, Ingeniero Agrónomo, Ms. Sc., Remehue
Patricio Mejías Barrera, Ingeniero Agrónomo, PhD., Remehue
Sigrid Vargas Schuldes, Ingeniera Agrónomo, Remehue
Manuel Muñoz, Ingeniero Agrónomo, Remehue
Cristobal Campos, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu
Marcel Fuentes Bustamante, Ingeniero Civil Agrícola MSc., Quilamapu
Rubén Ruiz, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu
Coordinador INIA: Jaime Salvo, Ing. Agrónomo Ph.D, La Cruz
De acuerdo con ODEPA, la Región de Los Lagos explica el 4,5% de la superficie nacional dedicada a rubros silvoagropecuarios (202.086 hectáreas), Sus principales usos corresponden a plantaciones forestales, con el 44,3% de dicho total; plantas forrajeras, con 33,8%, y cereales, con 9,7%. Destacan 38.000 has de mezclas forrajeras, 11.300 ha de papas, 11.000 ha de trigo harinero. La región es relativamente importante en la masa de ganado de jabalíes y de bovinos en relación al total del país, explicando el 17,3% y 27,9%, respectivamente. Sin embargo, destaca el ganado de ciervos, la que explica cerca del 47% en relación al país.
La X Región de Los Lagos presenta varios climas diferentes: 1 Clima subártico (Dfc) en Santa Rosa, 2 clima de la tundra (Et) en El Azul y Las Maravillas; 3 Clima subpolar oceánico (Cfc) en El Aceite, Puerto Casanova, Antillanca, El Porfiado y La Esperanza; y el que predomina es 4 clima oceánico (Cfb) en Castro, Futaleufú, Valle California, Alto Palena y Cerros Las Juntas
Este boletín agroclimático regional, basado en la información aportada por www.agromet.cl y agromet.inia.cl, así como información auxiliar de diversas fuentes, entrega un análisis del comportamiento de las principales variables climáticas que inciden en la producción agropecuaria y efectúa un diagnóstico sobre sus efectos, particularmente cuando estos parámetros exhiban comportamientos anómalos que pueden afectar la cantidad o la calidad de la producción.
Las precipitaciones registradas en el mes de mayo en la provincia de Osorno presentó en algunas localidades valores cercanos al promedio normal. Los niveles de déficit meteorológico en lo que llevamos del año continua muy alto en un rango que va del 31,1 % al 61,3 %. En la provincia de Llanquihue las precipitaciones en el mes de mayo en general registraron valores que se acercaron a los valores normales. Los niveles de déficit meteorológico en lo que va del año en general se mantiene alto en un rango que va de 9,7 % a 50,5 %. En la provincia de Chiloé las precipitaciones registradas por las estaciones meteorológicas en el mes de mayo fue en torno a lo normal. Los niveles de déficit meteorológico durante el mes de mayo en Tara fue de 10,3 %, en Huyar Alto fue de 26,9 % y en Pid Pid de 8,9 %, solo Butalcura presentó superávit meteorológico de 9,6 %.
En estas condiciones INIA está recomendando: En vacas en lactancia incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos (rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena) pero en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia. Hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. Usar concentrados medios en proteína (14% PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En los rebaños con parto bi-estacional se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto. Hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado en vacas que lo requieran. En vacas no lactantes el concentrado (2 a 3 Kg) y sales minerales pre-parto (0,20 a 0,25 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Siempre utilizar cerco eléctrico. Las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días o incluso más. Realizar muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticida. No pastorear inmediatamente potreros posterior a una helada. En las praderas permanentes de pastoreo, dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. En pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, y permanentes ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS).
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a bajo lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para Chiloé. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para este periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aprox.
Provincia de Osorno
Las precipitaciones registradas en el mes de mayo en la provincia de Osorno presentó en algunas localidades valores cercanos al promedio normal, es así como en Remehue (Osorno) el valor registrado fue de 139,3 mm siendo el valor normal de 178,9 mm, en La Pampa (Purranque) el registro de lluvia fue de 102,9 mm con un promedio normal de 185,6 mm, en Octay (Puerto Octay) el registro fue de 163,9 mm de un promedio normal de 168,0 mm, en Quilacahuin (San Pablo) se registró 138,7 mm de un normal de 214,0 mm y en el Desagüe Rupanco (Puyehue) el registro fue de 195,5 mm de un normal de 222,0 mm.
Los niveles de déficit meteorológico en lo que llevamos del año continua muy alto en un rango que va del 31,1 % al 61,3 %. Durante el mes de mayo en Remehue fue de 22,1 %, en La Pampa fue de 44,6 %, en Octay fue de 2,4 %, en Quilacahuin fue de 35,2 % y de un 11,9 % en el Desagüe Rupanco.
La temperatura media registrada en el mes de mayo en la provincia de Osorno presentó valores en general sobre lo normal en un rango de 0,1 °C en el Desagüe Rupanco y de 0,8 °C en Octay y Quilacahuin, en La Pampa fue un valor igual al promedio normal y en Remehue se registró un valor bajo lo normal -0,2 °C. En cuanto a las temperaturas mínimas se registró valores sobre lo normal en todas las localidades en un rango de 0,7 °C en Remehue y de 2,0 °C en la localidad de Octay.
Estación Remehue
Estación La Pampa
Estación Octay
Estación Quilacahuin
Estación Desagüe Rupanco
Provincia de Llanquihue
En la provincia de Llanquihue las precipitaciones en el mes de mayo en general registraron valores que se acercaron a los valores normales, es así como en Quilanto (Frutillar) el registro de lluvia fue de 156,8 mm siendo el promedio normal de 152,0 mm, en Colegual (Llanquihue) se registró 149,0 mm con un promedio normal de 183,0 mm, en Polizones (Fresia) el registro fue de 135,0 mm de un normal de 190,0 mm, en Los Canelos (Los Muermos) se registró 150,3 mm de un normal de 199,0 mm, en Carelmapu (Maullin) se registró 176,1 mm de un normal de 266,0 mm y en Ensenada (Puerto Varas) se registró 376,1 mm de un normal de 316,0 mm.
Los niveles de déficit meteorológico en lo que va del año en general se mantiene alto en un rango que va de 9,7 % a 50,5 %. Durante el mes de mayo en Colegual fue de 18,6 %, Polizones de 28,9 %, Los Canelos de 24,5 % y Carelmapu de 33,8 %, en cambio en las localidades de Quilanto y Ensenada hubo superávit meteorológico de 3,2 % y 19,0 % respectivamente.
Los niveles de temperatura media registrados en el mes de mayo presento valores sobre lo normal en todas las localidades en un rango de 0,1 °C en Quilanto, Polizones y Ensenada y de 0,8 °C en Los Canelos. En cuanto a las temperaturas mínimas presentó valores sobre lo normal en un rango de 0,4 °C en Quilanto y de 2,2 °C en Los Canelos, solo Ensenada registró un valor igual al promedio normal.
Estación Quilanto
Estación Colegual
Estación Polizones
Estación Los Canelos
Estación Carelmapu
Estación Ensenada
Provincia de Chiloé
En la provincia de Chiloé las precipitaciones registradas por las estaciones meteorológicas en el mes de mayo fue en torno a lo normal, es así como en Butalcura (Dalcahue) el registro fue de 266,3 mm siendo el promedio normal de 243,0 mm, en Tara (Chonchi) el registro fue de 205,4 mm de un promedio normal de 229,0 mm, en Huyar Alto (Curaco de Vélez) el registro fue de 173,2 mm con un normal de 237,0 mm y en Pid Pid (Castro) se registró 257,8 mm de un normal de 283,0 mm.
Los niveles de déficit meteorológico durante el mes de mayo en Tara fue de 10,3 %, en Huyar Alto fue de 26,9 % y en Pid Pid de 8,9 %, solo Butalcura presentó superávit meteorológico de 9,6 %.
Las temperaturas medias registradas en el mes de mayo se presentaron bajo lo normal en Butalcura con -0,6 °C, en Tara con -0,2 °C y Huyar Alto con -0,1 °C, Pid Pid registró un valor igual al normal. En cuanto a las temperaturas mínimas se registraron valores bajo lo normal en todas las localidades con un rango de -0,5 °C en Tara y de -1,7 °C en Butalcura.
Estación Butalcura
Estación Tara
Estación Huyar Alto
Estación Pid Pid
El nivel de las napas subterraneas muiestran una tendencia a la baja a inicios del año 2019
Acuífero Maullín: Fuente DGA
Acuífero Rahue. Fuente DGA.
Isla de Chiloé > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Isla de Chiloé > Hortalizas
Las precipitaciones siguen estando en déficit y las temperaturas medias y mínimas superiores a lo normal para la época. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas. Además se sugiere el uso de microtúneles tanto en exterior como dentro de invernadero ya sea con cubierta de polietileno o manta térmica para aumentar la protección térmica de los cultivos y el efecto dañino de vientos y lluvias invernales.
Es época de cosecha en exterior de zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas. El cultivo de ajo debiera ya estar plantado e iniciando su desarrollo vegetativo. Junio y julio son meses para realizar los almácigos de cebolla de guarda que pueden sembrarse dentro de invernaderos o microtúneles sobre mesas o camas altas. También podemos en este mes hacer almácigos de lechuga junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.
Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior junto a roca fosfórica. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y retención de humedad en el suelo.
Junio es el mes de menor radiación solar, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico. Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y hojas en la parte externa. Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos. Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.
Isla de Chiloé > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 266 mm en Butalcura, superior al promedio histórico (243 mm) y de 173 mm en Huyar Alto, inferior al promedio histórico (237 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. Si es que se realizó siembra de maíz para ensilaje, puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Isla de Chiloé > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a bajo lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para Chiloé. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para ester periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Ñadis > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Ñadis > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 149 mm en Llanquihue, inferior al promedio histórico (183 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Ñadis > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a sobre lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para esta área. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para ester periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Precordillera > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Precordillera > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 376 mm en Ensenada, superior al promedio histórico (316 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Precordillera > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a sobre lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para esta área. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para este periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Secano Costero > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Secano Costero > Hortalizas
Las precipitaciones siguen estando en déficit y las temperaturas medias y mínimas superiores a lo normal para la época. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas. Además se sugiere el uso de microtúneles tanto en exterior como dentro de invernadero ya sea con cubierta de polietileno o manta térmica para aumentar la protección térmica de los cultivos y el efecto dañino de vientos y lluvias invernales.
Es época de cosecha en exterior de zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas. El cultivo de ajo debiera ya estar plantado e iniciando su desarrollo vegetativo. Junio y julio son meses para realizar los almácigos de cebolla de guarda que pueden sembrarse dentro de invernaderos o microtúneles sobre mesas o camas altas. También podemos en este mes hacer almácigos de lechuga junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.
Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior junto a roca fosfórica. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y retención de humedad en el suelo.
Junio es el mes de menor radiación solar, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico. Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y hojas en la parte externa. Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos. Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.
Secano Costero > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 138 mm en Quilacahuin, inferior al promedio histórico (214 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Secano Costero > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a sobre lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para esta área. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para este periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Secano Interior > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Secano Interior > Hortalizas
Las precipitaciones siguen estando en déficit y las temperaturas medias y mínimas superiores a lo normal para la época. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas. Además se sugiere el uso de microtúneles tanto en exterior como dentro de invernadero ya sea con cubierta de polietileno o manta térmica para aumentar la protección térmica de los cultivos y el efecto dañino de vientos y lluvias invernales.
Es época de cosecha en exterior de zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas. El cultivo de ajo debiera ya estar plantado e iniciando su desarrollo vegetativo. Junio y julio son meses para realizar los almácigos de cebolla de guarda que pueden sembrarse dentro de invernaderos o microtúneles sobre mesas o camas altas. También podemos en este mes hacer almácigos de lechuga junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.
Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior junto a roca fosfórica. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y retención de humedad en el suelo.
Junio es el mes de menor radiación solar, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico. Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y hojas en la parte externa. Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos. Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.
Secano Interior > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 102 mm en Purranque, inferior al promedio histórico (185 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Secano Interior > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a sobre lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para esta área. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para este periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Valle Secano > Ganadería
Vacas en lactancia
Debido a la disminución de las tasas de crecimiento de la pradera a medida que avanza el otoño, se debe incorporar cada vez más suplementos de forrajes frescos como la rutabaga, raps forrajero y coles, o ballica anual/avena; es necesario considerar, eso sí, que estos forrajes contienen baja materia seca y debieran ser suplementados en cantidades restringidas (3 a 5 kg/MS/vaca/día). Los forrajes conservados como ensilaje de buena calidad debieran estar en mayor proporción en las dietas de las vacas en lactancia; sobre todo en vacas que se encuentran en su primer tercio de la lactancia (parto de otoño) y que necesitan alimentos de alto valor nutritivo y con buena materia seca (> 25-30%). Regularmente es necesario hacer análisis bromatológico de los forrajes conservados para poder hacer el balance nutricional de la ración con los suplementos. En cuanto a la suplementación con concentrados para vacas con mayores requerimiento por su alta producción de leche, se usan concentrados energéticos y según el resto de la ración, observar la necesidad de suplementar con suplementos proteicos de baja degradabilidad. Según la composición nutricional del forraje de la pradera, los concentrados debieran tener valores medios en proteína (14 % PC,) y altos en energía (3,0 a 3,3 Mcal EM/kg MS). En cuanto al manejo reproductivo de las vacas de primavera ya se debiera tener el diagnóstico de gestación para decidir si permanece en el rebaño. En los rebaños con parto bi-estacional ya se ha tenido la mayor concentración de partos (marzo a mayo) y se comienza a realizar la cubierta desde fines de mayo hasta mediados de agosto.
Vacas no lactantes (secas)
En el sistema con parición bi-estacional (primavera y otoño), y en los estacionales de primavera se inicia el secado. Recordar hacer la revisión de pezuñas y terapia de secado. Si las vacas se encuentran en buena condición corporal (3,5), pueden acceder a un sector exclusivo para ellas con suplementación de forrajes (algo de ensilaje, y heno de gramíneas/paja a voluntad); no es recomendable el heno de leguminosas por los elevados niveles de calcio que contiene. Cuando se encuentren a tres semanas del probable parto (inicio del llamado período de transición), debe hacerse un cambio gradual de la ración alimenticia que les permita ajustar su rumen y metabolismo en general a la condición de término de gestación, parto e inicio de lactancia, eventos que determinan el éxito productivo del sistema lechero. No hay que olvidar que en la medida que la gestación llega a término, la vaca tiene menor capacidad de consumo (limitación física) y la demanda de nutrientes aumenta (crecimiento fetal y anexos embrionarios), de tal forma que el concentrado (2 a 3 Kg) y las sales minerales pre-parto (0,200 a 0,250 Kg) son muy necesarios de suplementar en esta fase previa al parto.
Vaquillas de reemplazo
Según la época de nacimientos, las hembras de reemplazo deben alcanzar un ritmo de crecimiento y desarrollo lo más homogéneo en el tiempo (0,600 a 0,750 Kg/día de ganancia de peso vivo), según el tipo animal que se tenga (genética). Las vaquillas cubiertas en la temporada (noviembre a enero, entre 15 y 18 meses de edad) debieran haber alcanzado un peso vivo cercano al 65% del peso adulto de la vaca (vaca de 550 Kg: alrededor de 357 Kg) y una condición corporal de 3,5, además de pasar al examen ginecológico para determinar preñez. Es importante porque la mayor demanda de nutrientes la tienen en la segunda mitad de la gestación y coincide con la crisis alimenticia de invierno. Las vaquillas nacidas en el otoño se encuentran ya en época de cubiertas de otoño-invierno. Las cubiertas en el invierno anterior para parto en este otoño ya se encuentran la mayor parte paridas o junto al manejo de las vacas pre-parto. Es conveniente que en los últimos meses de gestación puedan pastorear praderas hasta su octavo mes y luego, juntarse con las vacas secas. Esto permite hacer más fácil su integración “social” al rebaño, y en especial también, ajustarse al régimen alimenticio y de manejo del período de transición. Hay que tener cuidado de hacer este manejo cuando haya un grupo de vaquillas con similar condición fisiológica; no se debe integrar nunca uno o dos animales al grupo de vacas, ya que pueden ser segregadas y sufrir traumatismos, en especial cuando hay un grupo numeroso de vacas. Hacia el término de este período, es posible que en conjunto, se les haga pasar por la sala de ordeña, y así, se acostumbren al ambiente en el que serán ordeñadas después del parto. Así, es posible asegurar mejor la ingesta del concentrado, que en estos animales puede ser aumentada en 1 Kg respecto de lo que consumen las vacas (2-3 Kg), según sea la calidad y cantidad del resto de los alimentos de la ración y de su condición corporal.
Terneros(as)
Cuando se tiene un sistema lechero bi-estacional ordenado debiera haber nacimientos desde marzo a junio (partos de “otoño”), pero algunos sistemas lo hacen continuado hasta el invierno e inicios de primavera. Los terneros con nacimientos de ”otoño” ocurridos desde marzo se encuentran con un clima cambiante, y por ello, la crianza se lleva a cabo regularmente en ternereras que tengan buena ventilación y que se mantengan limpias, o en lugares con protección. Siempre estar atento a las condiciones del parto en las vacas y cuidar de atender al recién nacido para que ingiera su primer calostro dentro de las primeras dos horas de vida y una segunda toma antes de las 6 horas. Lo anterior permitirá que, además de los nutrientes que requieren, puedan adquirir las defensas contra enfermedades al ingerir las inmunoglobulinas que difunden en la pared intestinal solo en las primeras horas de vida. El ternero puede separase de la vaca ya a las 6 horas de vida ingresando a su crianza artificial con leche calostral y/o sustituto de leche. Además, desde el comienzo de esta etapa pueden recibir a voluntad concentrado inicial y agua a voluntad; suplementar con heno después de los 30 días cuando ya estén consumiendo 0,5 Kg/día de concentrado. La crianza con dieta láctea puede hacerse hasta 2 ó 3 meses de edad, según sea el nivel tecnológico del sistema. Lo importante es conseguir cumplir los principales objetivos: ausencia de mortalidad y buen ritmo de crecimiento y desarrollo para lograr una cubierta temprana (15 a 17 meses de edad), y un peso adecuado al tipo animal. Opciones de salir a pradera pueden darse solo con buen tiempo y adecuada disponibilidad de pasto, pues los riesgos de neumonías son mayores con alta humedad y vientos. Después de los tres a cuatro meses de edad, aplicar las vacunas contra enfermedades según pauta sanitaria recomendada por un médico veterinario. Aquellos terneros nacidos temprano en la temporada de primavera (julio-agosto), se encuentran con alrededor de más de 10 meses de edad. Según su desarrollo y crecimiento, y dependiendo principalmente de la disponibilidad y calidad de pradera, pueden eventualmente seguir con una suplementación menor de concentrado (1 a 2 Kg) y con forrajes conservados como ensilaje preferentemente (más energía) y algo de heno. Según el sistema, los machos salen del predio, o permanecen para insertarlos en un régimen de recría como novillos preferentemente. Las hembras prosiguen en la recría de vaquillas para una cubierta temprana.
Valle Secano > Hortalizas
Las precipitaciones siguen estando en déficit y las temperaturas medias y mínimas superiores a lo normal para la época. En exterior y alrededor de los invernaderos es conveniente realizar drenajes que eviten las acumulaciones de agua en los eventos extremos de lluvia. Además es importante establecer los cultivos sobre mesas o camellones que eviten el exceso de humedad en la cama de semillas permitiendo la correcta germinación de semillas y adecuado desarrollo radicular de las plantas. Además se sugiere el uso de microtúneles tanto en exterior como dentro de invernadero ya sea con cubierta de polietileno o manta térmica para aumentar la protección térmica de los cultivos y el efecto dañino de vientos y lluvias invernales.
Es época de cosecha en exterior de zanahoria, betarraga, acelgas, repollos, coliflores, brócolis y otras Brássicas. El cultivo de ajo debiera ya estar plantado e iniciando su desarrollo vegetativo. Junio y julio son meses para realizar los almácigos de cebolla de guarda que pueden sembrarse dentro de invernaderos o microtúneles sobre mesas o camas altas. También podemos en este mes hacer almácigos de lechuga junto a otras siembras de hortalizas de hoja y raíz que son de siembra directa como acelga, espinaca, perejil, cilantro, rabanito, etc.
Para mantener los equilibrios biológicos y nutricionales del suelo la incorporación de materia orgánica estabilizada a la forma de Compost (abonado) resulta muy beneficioso, también el uso de biopreparados como Bokashi y Supermagro junto al uso de abonos verdes con leguminosas en la rotación permiten disponibilidad de nutrientes especialmente nitrógeno en forma permanente. Resulta importante para la disponibilidad de nutrientes del suelo realizar aplicaciones de Cal e incorporarla al momento de la preparación de suelo tanto en invernadero como exterior junto a roca fosfórica. La incorporación de Materia orgánica al suelo a través de distintos mecanismos permite mejorar además las condiciones físicas del suelo que en el presente escenario de cambio climático resultan importantes como son el aumento de la capacidad de infiltración y retención de humedad en el suelo.
Junio es el mes de menor radiación solar, lo cual afecta el desarrollo normal de los cultivos, especialmente bajo plástico. Es muy importante evitar la acumulación de gotas en la parte interna del techo del invernadero y hojas en la parte externa. Adicionalmente evitar el uso de mallas sobre el plástico que signifiquen aumento del sombreamiento. Igualmente es adecuado disminuir la densidad de las siembras y plantaciones para mejor aprovechamiento de la luz solar, evitando el crecimiento vegetativo etiolado que significa tejidos más frágiles mecánicamente lo que hace que se quiebren a cualquier movimiento (esto sucede especialmente con las lechugas) y más suceptibles a patógenos. Esto debe ir acompañado además de un aporte controlado de las fuentes de nutrientes especialmente las nitrogenadas ya que el exceso favorece aún más estos crecimientos poco robustos. Especialmente en la época de otoño – invierno es importante cuidar la temperatura dentro del invernadero manteniendo la ventilación diaria. Esto significa ventilar el exceso de humedad en las mañanas y luego cerrar para conservar la temperatura. Las lucarnas deben en este periodo permanecer cerradas si son fijas para evitar la pérdida de calor. Un indicador de adecuada ventilación es que el follaje debe permanecer libre de gotas de agua, para evitar ambientes predisponentes al desarrollo de enfermedades.
Valle Secano > Praderas
El mes de mayo se caracterizó por presentar tasas de crecimiento de la pradera inferiores a años anteriores. Las precipitaciones acumuladas fueron de 139 mm en Remehue, inferior al promedio histórico (178 mm). Se pueden presentar localidades y/o sectores con praderas en mala condición, como aquellas degradadas o que no presentan un manejo adecuado.
En este período pre-invernal, las rotaciones en la pradera se van alargando a 60 días, y los animales requieren de otros suplementos alimenticios. Una norma de manejo de praderas debiera contemplar ya un segundo muestreo de cuncunilla negra para determinar si es necesario hacer aplicaciones de insecticidas en aquellas praderas afectadas. En las praderas permanentes de pastoreo, se puede dejar residuos menores (5 cm, con alrededor de 1.400 kg MS/ha) para mejorar el macollamiento de las gramíneas. Pero ya en pleno invierno ir gradualmente teniendo residuos un poco mayores. La ballica anual y/o avena para pastoreo invernal, así como también las bi-anuales y permanentes sembradas en marzo, ya debieron haber sido pastoreadas en una ocasión si es que fueron establecidas en suelos con buena fertilidad y con una fertilización apropiada. Aquellos cultivos establecidos para el otoño e invierno (rutabaga, coles) debieran formar parte de la ración de las vacas para los meses de invierno; con lluvia y mal tiempo puede haber mayores pérdidas de campo. Siempre los sistemas lecheros más intensivos requieren una mayor seguridad de oferta de forraje fresco de calidad durante todo el año para las vacas. Esto les permite abaratar los costos y ofrecer alimentos de buena calidad. En ocasiones se puede controlar malezas durante esta estación. El cultivo de maíz para ensilaje ya cosechado puede abrirse después de 40 días y es un buen complemento de raciones alimenticias de invierno y en la primavera temprana. Si fue cosechado en forma adecuada (grano pastoso-duro) puede ser un buen aporte con alta materia seca (> 30% ms) y de energía (3 Mcal/kg MS) además de su elevado rendimiento (17 a 20 ton MS/ha) en corto tiempo (5 a 6 meses) permite sostener mayores cargas animales en el sistema lechero.
La situación climática actual y dado el estado actual de las praderas, indíca que se podría esperar un inicio de invierno de características normales en relación a la recuperación post-pastoreo y al crecimiento de las praderas. Para el próximo trimestre la Dirección de Meteorológica de Chile pronostica precipitaciones y temperaturas mínimas normales a sobre lo normal y temperaturas máximas bajo lo normal para la región.
Valle Secano > Cultivos > Papas
El pronóstico climático regional indica una tendencia a precipitaciones en un rango normal a sobre lo normal para el trimestre Junio, Julio y Agosto para esta área. Por lo otro lado, las temperaturas mínimas tenderán a estar sobre lo normal para este periodo. El mes de junio es un período de receso en la actividad del campo en lo que concierne al cultivo de papa. En este mes los tubérculos se encuentran almacenados en bodega. En esta época el productor debe asegurarse de mantener la bodega limpia, sin goteras y sin posibilidad de anegamiento. Las goteras generan flujo de agua que actúa como transporte de patógenos causando pudriciones. En este período se debe controlar y regular periódicamente la ventilación y la temperatura de la bodega. La temperatura ideal de almacenamiento de la papa para prolongar al máximo su período de dormancia es de 4°C, con humedad relativa ambiental de 93% aproximadamente. En caso de producciones destinadas a apas fritas, la temperatura no debiera bajar de 10°C, bajo esta temperatura el almidón se transforma en azúcares que disminuyen la calidad de las papas fritas. Es conveniente no mezclar producciones de campos sanos con tubérculos enfermos o con riesgo de estar contaminados.
En esta época se debe recorrer y revisar periódicamente la bodega de almacenamiento de papa observando los compartimentos o trojas a fin de poder detectar la ocurrencia de posibles problemas; para ello hay que mover la paja y/o levantar la malla negra que cubre los tubérculos y revisar su estado de conservación. Además de los ojos, se sugiere utilizar también el sentido del olfato a fin de tratar de percibir el mal olor que emiten los materiales en descomposición para así poder detectar posibles focos de pudriciones.
También es necesario realizar un control efectivo de roedores en la bodega, ya que pueden ocasionan importantes pérdidas; además, las ratas son capaces de transportan papas desde un lugar a otro y provocar mezclas de variedades en las trojas. Es el momento de sentarse a analizar los resultados de la cosecha de papa, el stock potencial de venta y organizar el calendario del trabajo de selección de los materiales guardados en la bodega de almacenamiento.
De igual forma en esta éspoca es necesario verificar y asegurar el buen estado de los artículos y equipos de trabajo y apoyo antes de iniciar el proceso de selección de papa: canastos, sacos o bolsas, hilos y agujas o máquina de coser envases; cinta transportadora, mesa de selección y de calibración, líneas de salida, carro de transporte y otros. Organizar y preparar el personal que participará en la actividad de selección y clasificación de los tubérculos. Realizar contactos comerciales, promocionar la producción en venta, sea papa-semilla legal, papa consumo o papa para la agroindustria.
Valle Secano > Frutales
Durante el mes de mayo, la mayoría de los frutales de la zona comenzó el periodo de receso invernal. Las hojas de los avellanos europeos, cerezos, vides y frutales menores comenzaron a caer, lo cual marca la disminución del metabolismo de las plantas y la preparación para resistir el periodo invernal.
La cosecha de avellanas europeas ya pasó por el periodo de secado y fue enviada a las bodegas del comprador para seguir con el proceso. Las uvas viníferas se encuentran cosechadas y ya comenzaron el periodo de fermentación.
Ha sido una temporada complicada para las uvas viníferas debido a los ataques de oídio y mildiú registrados en la zona. Por esto, se recomienda tomar las precauciones necesarias para disminuir la carga de esporas durante la post cosecha mediante aplicaciones de fungicidas al follaje en caída de hojas para evitar problemas fitosanitarios a comienzos de la siguiente temporada. Por otra parte, los avellanos europeos también necesitan aplicaciones de fungicidas en caída de hojas para disminuir la carga de inóculo de Xanthamonas, que esta temporada atacaró con mayor severidad a los huertos ubicados en zonas más húmedas de la región.
Una vez finalizada la caída de hojas y detenido el flujo de savia, los huertos que lo necesiten deberán iniciar la poda invernal, para lo cual se recomienda adquirir con tiempo la pasta poda, brochas, tijeras, etc.
Para calcular la humedad aprovechable de un suelo, en términos de una altura de agua, se puede
utilizar la siguiente expresión:
Donde:
HA= Altura de agua (mm). (Un milímetro de altura corresponde a un litro de agua por metro cuadrado de terreno).
CC = Contenido de humedad del suelo, expresadoen base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 1/10 a 1/3 de bar. Indica el límita superior o máximo de agua útil para la planta que queda retenida en el suelo contra la fuerza de gravedad. Se conoce como Capacidad de Campo.
PMP = Contenido de humedad del suelo, expresado en porcentaje base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 10 y 15 bar. Indica el límite inferior o mínimo de agua útil para la planta. Se conoce como Punto de Marchitez Permanente.
Dap = Densidad aparente del suelo (g/cc).
DH₂0 = Densidad del agua. Se asume normalmente un valor de 1 g/cc.
P = Profundidad del suelo.
Obtención de la disponibilidad de agua en el suelo
La humedad de suelo se obtiene al realizar un balance de agua en el suelo, donde intervienen la evapotranspiración y la precipitación, información obtenida por medio de imágenes satelitales. El resultado de este balance es la humedad de agua disponible en el suelo, que en estos momento entregamos en valores de altura de agua, específicamente en cm, lo cual no es una información de fácil compresión, menos a escala regional, debido a que podemos encontrar suelos de poca profundidad que estén cercano a capacidad de campo y que tenga valores cercanos de altura de agua a suelos de mayor profundidad que estén cercano a punto de marchitez permanente. Es por esto que hemos decidido entregar esta información en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable. Lo que matemáticamente sería:
Donde:
DispAgua(%) = Disponibilidad de agua actual en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable.
Ht = Disponibilidad de agua en el período t.
HA = Altura de agua aprovechable.
Respecto de la respuesta fisiológica de las plantas al efecto del clima, las imágenes satelitales reflejan la magnitud del crecimiento o disminución de la cobertura vegetal en esta época del año mediante el índice de vegetación NDVI (Desviación Normalizada del Índice de Vegetación) .
Para esta quincena se observa un NDVI promedio regional de 0.78 mientras el año pasado había sido de 0.8. El valor promedio histórico para esta región, en este período del año es de 0.75.
El resumen regional en el contexto temporal se puede observar en el siguiente gráfico.
La situación por comunas se presenta en el siguiente gráfico, donde se presentan las comunas con índices más bajos.
Para el monitoreo del estado de la vegetación en la Región de los Lagos se utilizó el índice de condición de la vegetación, VCI (Kogan, 1990, 1995). Este índice se encuentra entre valores de 0% a 100%. Valores bajo 40% se asocian a una condición desfavorable en la vegetación, siendo 0% la peor condición histórica y 100% la mejor (tabla 1).
En términos globales la Región de los Lagos presentó un valor mediano de VCI de 76% para el período comprendido desde el 25 mayo al 9 junio de 2019. A igual período del año pasado presentaba un VCI de 80% (Fig. 1). De acuerdo a la tabla 1 la región, en términos globales presenta una condición favorable.
Tabla 1. Clasificación de la condición de la vegetación de acuerdo a los valores del índice VCI.
Figura 1. Valores del índice VCI para el mismo período entre los años 2000 al 2019 para la Región de los Lagos.
A continuación se presenta el mapa con los valores medianos de VCI en la Región de los Lagos. De acuerdo al mapa de la figura 2 en la tabla 2 se resumen las condiciones de la vegetación comunales.
Tabla 2.Resumen de la condición de la vegetación comunal en la Región de los Lagos de acuerdo al análisis del índice VCI.
La respuesta de la vegetación puede variar dependiendo del tipo de cobertura que exista sobre el suelo. Utilizando la clasificación de usos de suelo de la Universidad de Maryland proporcionada por la NASA se obtuvieron por separado los valores de VCI promedio regional según uso de suelo proporcionando los siguientes resultados.
Figura 2. Valores promedio de VCI en matorrales en la Región de los Lagos.
Figura 3. Valores promedio de VCI en praderas en la Región de los Lagos.
Figura 4. Valores promedio de VCI en terrenos de uso agrícola en la Región de los Lagos.
Figura 5. Valores comunales promedio de VCI en la Región de los Lagos de acuerdo a las clasificación de la tabla 1.
Las comunas que presentan los valores más bajos del índice VCI en la Región de los Lagos corresponden a Curaco de Velez, Castro, Quinchao, Llanquihue y Quemchi con 43, 54, 60, 63 y 63% de VCI respectivamente.
Figura 3. Valores del índice VCI para las 5 comunas con valores más bajos del índice del 25 mayo al 9 junio de 2019.