Boletín Nacional de Análisis de Riesgos Agroclimáticos para las Principales Especies Frutales y Cultivos y la Ganadería
ENERO 2020 — REGIÓN VALPARAÍSO
Autores INIA
Jaime Salvo Del Pedregal, Ing. Agrónomo Ph.D, La Cruz
Luis Salinas, Ing. Agrónomo, La Cruz
Carolina Salazar Parra, Bióloga Ambiental, Mg Agrobiología Ambiental, Dra. Ciencias Biológicas, La Platina
Cristobal Campos, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu
Marcel Fuentes Bustamante, Ingeniero Civil Agrícola MSc., Quilamapu
Rubén Ruiz, Ingeniero Civil Agrícola, Quilamapu
Coordinador INIA:Jaime Salvo Del Pedregal, Ing. Agrónomo Ph.D, La Cruz
La Región de Valparaíso abarca el 6% de la superficie agropecuaria nacional (101.750 hectáreas) dedicada a la producción de frutales, viñas, forrajeras y hortalizas. La información disponible en Odepa para el año 2020 muestra que el palto forma parte del 38,7% de la superficie dedicada a la fruticultura en esta región, correspondiente al 53,8% de superficie de palto del país, mientras que la vid de mesa representa el 53% del sector de viñas y parronales. Finalmente, dentro de las hortalizas predomina la lechuga (14%) y el tomate para consumo fresco (11%).
La V Región de Valparaíso presenta varios climas diferentes: 1 Clima subártico (Dsc) en Portillo; 2 clima de la tundra (ET) en Caracoles, Cancha Pelada, Parada Caracoles, Codelco Andina; 3 Clima mediterráneo de verano (Csa) en Lo Abarca, San Carlos, Costa Azul, San Sebastian y Cuncumén; y los que predominan son 4 Clima mediterráneo de verano cálido (Csb) en El Juncal, Alto de la Posada, El Peñón, La Pulpería, San Francisco y 5 los Climas fríos y semiáridos (BSk) en El Pedernal, El Chivato, Santa Maria, Calle Larga y Chalaco
Este boletín agroclimático regional, basado en la información aportada por www.agromet.cl y agromet.inia.cl, así como información auxiliar de diversas fuentes, entrega un análisis del comportamiento de las principales variables climáticas que inciden en la producción agropecuaria y efectúa un diagnóstico sobre sus efectos, particularmente cuando estos parámetros exhiban comportamientos anómalos que pueden afectar la cantidad o la calidad de la producción.
La Dirección Meteorológica ha proyectado temperaturas máximas y mínimas superiores a lo normal para este trimestre enero-febrero y marzo, en consistencia con fenómenos de cambio climático y calentamiento global
De acuerdo con la Dirección meteorológica los caudales de los ríos se encuentran bajo sus mínimos históricos en la zona central, con una leve recuperación debido al brusco deshielo que se observó en la cordillera con las más altas temperaturas de diciembre del 2019.
Las vides se encuentran en periodo de pre envero o envero según la variedad. En este periodo deben considerar el estado hídrico de la planta, si bien las vides se cultivan en general con un grado de estrés hídrico, es importante considerar si el riego en este periodo es necesario.
Ante el aumento de temperaturas máximas y mínimas pronosticado por la DMC y ante la significativa escasez de agua de riego se recomienda ajustar la superficie cultivada de paltos a la disponibilidad real de agua en cada caso.
Se recomienda no aumentar la superficie de cultivo de frutales en zonas donde las napas subterráneas no logran abastecer los sistemas de agua potable rural.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO CON EL CLIMA?
Evidentemente observamos cambios en el clima de la Región de Valparaíso, con una clara tendencia a la desertificación. La Dirección Meteorológica ha proyectado temperaturas máximas y mínimas superiores a lo normal para este trimestre enero-febrero y marzo, en consistencia con fenómenos de cambio climático y calentamiento global. Se observan olas de calor en valle central e interior sin influencia costera, en tanto el clima en la costa se mueve intermitentemente con días de calor y de fríos debido a la gran nubosidad que origina la evaporación del agua en el mar y su traslado hacia la costa que hacen los vientos.
La dirección meteorológica explica que el clima actual de Valparaíso es resultado de una fase neutra del fenómeno Niño-Niña y de la tele conexión de ondas de presión que se desplazan alternando muy altas y muy bajas presiones, desde el borde más cálido del océano indico, en dirección a Australia y a Chile central. Estos fenómenos se han intensificado junto con el aumento de CO2 en la atmosfera, y están trayendo como consecuencia una reducción lenta pero sostenida de la disponibilidad de agua y nieve en nuestra región.
Figura 1. En el trimestre enero-febrero-marzo del año 2020 se estima la probabilidad ENSO
Figura 2. Evolución de Modelos de predicción del comportamiento del fenómeno ENSO
Figura 3. Análisis comparativo de temperaturas máximas
Figura 4. Análisis comparativo de temperaturas mínimas
Figura 5. Análisis comparativo de humedad relativa
Figura 6. Análisis comparativo de Radiación Solar
Figura 7. Análisis comparativo de Presión Atmosférica
Figura 8. Análisis comparativo de Velocidad del viento
Figura 9. Zona 5, Temperaturas en Templado mediterráneo con influencia marina
Figura 10. Zona 7, Temperaturas en Templado mediterráneo en valle central interior colliguay
Figura 11. Registros meteorológicos en La Cruz
¿QUÉ ESTA PASANDO CON EL AGUA?
De acuerdo con la Dirección meteorológica los caudales de los ríos se encuentran bajo sus mínimos históricos en la zona central, con una leve recuperación debido al brusco deshielo que se observó en la cordillera con las más altas temperaturas de diciembre del 2019.
Además se observan huertos de agricultores que nos están recibiendo el agua que necesitan para mantener sus producciones, especialmente en la tercera y cuarta sección del río Aconcagua. Asimismo se observa que nuevas plantaciones de frutales precarizan aún más la disponibilidad de agua potable rural en pozos que ya se encuentran deprimidos.
Se reconoce la necesidad de lograr acuerdos publico privados para dar sustentabilidad a la producción agropecuaria regional, tomando en cuenta en forma conjunta los requerimientos futuros de agua del habitante rural y de la necesidad de contar con suficiente agua de mantener la productividad, empleo, transporte y comercio exterior de la producción hortofrutícola regional. Una alternativa que puede ayudar a resolver esta coyuntura es el ajuste voluntario de la disponibilidad de agua con el tamaño de la explotación agrícola y con los requerimientos de agua potable en el entorno donde se ubica cada plantación. Otra alternativa corresponde con aumentar la disponibilidad de agua a través de procesos de desalinización del agua del mar.
Figura 12. El caudal del río Sobrante
Figura 13. El caudal del río Alicahue
Figura 14. Caudal del río Aconcagua
Figura 15. Caudal del río Maipo
Figura 16. Nivel de napa subterránea del río Aconcagua
Figura 17. Nivel de napa subterránea del río Aconcagua
Figura 18. Nivel de napa subterránea del río Maipo
Figura 19. Nivel de napa subterránea en la cuenca del río La Ligua.
Figura 20. Nivel de napa subterránea en Agua Potable en la cuenca del río Petorca.
Templado Mediterráneo con Infuencia Marina en Valle Central > Frutales > Palto
Ante el aumento de temperaturas máximas y mínimas pronosticado por la DMC y ante la significativa escasez de agua de riego se recomienda ajustar la superficie cultivada de paltos a la disponibilidad real de agua en cada caso.
Se recomienda no aumentar la superficie de cultivo de frutales en zonas donde las napas subterráneas no logran abastecer los sistemas de agua potable rural.
Se recomienda focalizar los recursos hídricos disponibles en un número menor de plantas para tener la opción de continuar con el proceso de producción de paltas en éstas y dejar las otras plantas podadas y con un riego mínimo sólo de mantención.
La poda se debe orientar con una estrategia para lograr recuperar producción a partir del próximo año si este invierno se recupera la disponibilidad de agua. Para lograr esto no se recomienda podar a tocón, más vale dejar arboles con 3 a 4 brazos, desde donde generar brotes productivos en la siguiente temporada.
Templado Mediterráneo con Infuencia Marina en Valle Central > Hortalizas > Tomate
En esta época los tomates correspondientes a la época de primor tardío ya están en la etapa de plena cosecha, específicamente el segundo y tercer racimo, en tanto el cuarto racimo está comenzando a virar el color y el quinto y sexto racimo se encuentra en engorda de frutos y frutos recién cuajados respectivamente. Por otro lado tenemos las plantas correspondientes a la época de otoño temprano, las cuales están cultivadas en su mayoría bajo sistema “emparronado” bajo malla, cuya entrada en producción está prevista entre la segunda quincena de marzo hasta fines de mayo. Estas plantas están en estado de crecimiento vegetativo, específicamente en floración. Por otro lado tenemos los cultivos de tomates al aire libre de crecimiento determinado o más conocido como tomate “botado” el cual está en plena producción.
Actualmente estamos en la estación de verano con presencia de días muy calurosos con temperaturas alrededor de los 30-34°C, incluso pudiendo llegar a los 40ºC las cuales dentro de un invernadero pueden aumentar a temperaturas máximas entre 38 a 45,5° C y humedades muy bajas. Si bien el cultivo de tomate requiere humedades relativas del orden del 60 al 75%, una condición de alta temperatura con una humedad sobre el 90% al interior del invernadero puede generar complicaciones en las plantas, principalmente fungosas.
En este periodo es importante controlar la variable de temperatura, principalmente las altas, debido a que desde temprano las temperaturas comienzan a aumentar y con presencia de temperaturas extremas el polen de las flores podría volverse inviable y consiguientemente no habría cuaja y puede bajar la producción. Esto se puede controlar a través del riego de pasillos ya que este manejo ayuda a bajar algunos grados de temperatura, sin embargo esto genera una mayor humedad relativa del ambiente por lo cual también este es un factor a controlar mediante la ventilación.
Se recomienda subir cortinas temprano en la mañana y bajarlas no tan temprano por la tarde, mantener lucarnas abiertas durante todo el día. Siempre es importante el monitoreo de las temperaturas y humedad relativa para poder definir el comportamiento dentro de nuestro invernadero y poder realizar los manejos necesarios para proporcionar las condiciones lo más ideales posible para nuestro cultivo. En el caso del cultivo emparronado solo se recomienda el riego de pasillos, lo que sumado a la sombra de la malla de cobertura y la permanente ventilación permite mantener la temperatura y la humedad controladas. En el caso de los cultivos de tomate “botado” solo se debe tener cuidado en mantener la planta con buen follaje para que así pueda proteger los frutos de posibles golpes de sol. Cada productor conoce las condiciones climáticas de su zona por tanto se hace fundamental ese conocimiento para el buen manejo del cultivo en función del clima.
Templado Mediterráneo en Valle Central Interior > Frutales > Vides
Las vides se encuentran en periodo de pre envero o envero segun la variedad. En este periodo deben considerar el estado hidrico de la planta, si bien las vides se cultivan en general con un grado de estres hidrico, es importante considerar si el riego en este periodo es necesario.
El monitoreo fitosanitario se debe mantener, dependiendo de la presion de hongos como el oidio se deben realizar aplicaciones con mayor o menor periodicidad.
Desde el periodo de envero comienza la acumulación de azucares y compuestos fenolicos, por lo que el estado hidrico y las temperaturas son procesos que pueden influir en la calidad y produccion del viñedo.
En uva de mesa, se debe mantener un control de riego, con el fin de no afectar el crecimiento de las bayas. El seguimiento de la maduración y la acumulación de azucares es un proceso importante para determinar las cosechas en variedades tempranas en la región.
Es importante en ambos cultivos, mantener un control continuo de Lobesia botrana, con el fin de mantener la plaga bajo control.
Para calcular la humedad aprovechable de un suelo, en términos de una altura de agua, se puede
utilizar la siguiente expresión:
Donde:
HA= Altura de agua (mm). (Un milímetro de altura corresponde a un litro de agua por metro cuadrado de terreno).
CC = Contenido de humedad del suelo, expresadoen base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 1/10 a 1/3 de bar. Indica el límita superior o máximo de agua útil para la planta que queda retenida en el suelo contra la fuerza de gravedad. Se conoce como Capacidad de Campo.
PMP = Contenido de humedad del suelo, expresado en porcentaje base peso seco, a una energía de retención que oscila entre 10 y 15 bar. Indica el límite inferior o mínimo de agua útil para la planta. Se conoce como Punto de Marchitez Permanente.
Dap = Densidad aparente del suelo (g/cc).
DH₂0 = Densidad del agua. Se asume normalmente un valor de 1 g/cc.
P = Profundidad del suelo.
Obtención de la disponibilidad de agua en el suelo
La humedad de suelo se obtiene al realizar un balance de agua en el suelo, donde intervienen la evapotranspiración y la precipitación, información obtenida por medio de imágenes satelitales. El resultado de este balance es la humedad de agua disponible en el suelo, que en estos momento entregamos en valores de altura de agua, específicamente en cm, lo cual no es una información de fácil compresión, menos a escala regional, debido a que podemos encontrar suelos de poca profundidad que estén cercano a capacidad de campo y que tenga valores cercanos de altura de agua a suelos de mayor profundidad que estén cercano a punto de marchitez permanente. Es por esto que hemos decidido entregar esta información en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable. Lo que matemáticamente sería:
Donde:
DispAgua(%) = Disponibilidad de agua actual en porcentaje respecto de la altura de agua aprovechable.
Ht = Disponibilidad de agua en el período t.
HA = Altura de agua aprovechable.
Respecto de la respuesta fisiológica de las plantas al efecto del clima, las imágenes satelitales reflejan la magnitud del crecimiento o disminución de la cobertura vegetal en esta época del año mediante el índice de vegetación NDVI (Desviación Normalizada del Índice de Vegetación) .
Para esta quincena se observa un NDVI promedio regional de 0.28 mientras el año pasado había sido de 0.34. El valor promedio histórico para esta región, en este período del año es de 0.35.
El resumen regional en el contexto temporal se puede observar en el siguiente gráfico.
La situación por comunas se presenta en el siguiente gráfico, donde se presentan las comunas con índices más bajos.
Para el monitoreo del estado de la vegetación en la Región de Valparaiso se utilizó el índice de condición de la vegetación, VCI (Kogan, 1990, 1995). Este índice se encuentra entre valores de 0% a 100%. Valores bajo 40% se asocian a una condición desfavorable en la vegetación, siendo 0% la peor condición histórica y 100% la mejor (tabla 1).
En términos globales la Región de Valparaiso presentó un valor mediano de VCI de 0% para el período comprendido desde el 19 al 31 diciembre 2019. A igual período del año pasado presentaba un VCI de 46% (Fig. 1). De acuerdo a la tabla 1 la región, en términos globales presenta una condición desfavorable extrema.
Tabla 1. Clasificación de la condición de la vegetación de acuerdo a los valores del índice VCI.
Figura 1. Valores del índice VCI para el mismo período entre los años 2000 al 2019 para la Región de Valparaiso.
A continuación se presenta el mapa con los valores medianos de VCI en la Región de Valparaiso. De acuerdo al mapa de la figura 2 en la tabla 2 se resumen las condiciones de la vegetación comunales.
Tabla 2.Resumen de la condición de la vegetación comunal en la Región de Valparaiso de acuerdo al análisis del índice VCI.
La respuesta de la vegetación puede variar dependiendo del tipo de cobertura que exista sobre el suelo. Utilizando la clasificación de usos de suelo de la Universidad de Maryland proporcionada por la NASA se obtuvieron por separado los valores de VCI promedio regional según uso de suelo proporcionando los siguientes resultados.
Figura 2. Valores promedio de VCI en matorrales en la Región de Valparaiso.
Figura 3. Valores promedio de VCI en praderas en la Región de Valparaiso.
Figura 4. Valores promedio de VCI en terrenos de uso agrícola en la Región de Valparaiso.
Figura 5. Valores comunales promedio de VCI en la Región de Valparaiso de acuerdo a las clasificación de la tabla 1.
Las comunas que presentan los valores más bajos del índice VCI en la Región de Valparaiso corresponden a La Ligua, Cabildo, Nogales, Quillota y Llaillay con 0, 0, 0, 0 y 0% de VCI respectivamente.
Figura 3. Valores del índice VCI para las 5 comunas con valores más bajos del índice del 19 al 31 diciembre 2019.